¿Cómo Crece Jojo Rabbit en un Mundo Malo?

Hacer una comedia sobre Hitler y la Alemania Nazi puede sonar como una especie de oxímoron, pero de alguna manera Jojo Rabbit lo consigue con aplomo.

Dicho esto, Jojo Rabbit es mucho más que una comedia. Hay escenas muy divertidas. Pero también las hay profundamente conmovedoras, perturbadoras y terriblemente violentas.

Roman Griffin Davis interpreta al protagonista, un niño de 10 años al que apodan Jojo Rabbit cuando se muestra demasiado aprensivo a la hora de matar a un conejo cuando se le ordena estrangular al animal en un campo de entrenamiento para jóvenes Nazis. Cuando sus sueños de convertirse en un héroe de guerra ario para enorgullecer a Hitler se ven frustrados por una combinación de la decencia humana innata de Jojo y una granada de mano, el niño se refugia en el mundo de su imaginación, donde Hitler (interpretado por Taika Waititi con más de un guiño a Charlie Chaplin) se convierte en una versión cómica y campestre de sí mismo.

La película también está protagonizada por otro grande de la comedia. Rebel Wilson, conocida por su humor cómico en Pitch Perfect y Bridesmaids, hace una aparición como Fraulein Rahm, una de las líderes del campamento de las Juventudes Hitlerianas, donde le dice a Jojo que los judíos tienen escamas porque se aparean con peces.

JOJO RABBIT | Tráiler Oficial [HD] | FOX Searchlight

Pero, detrás de su ardiente deseo de complacer a su amigo imaginario Hitler, que a menudo se une a la familia en la mesa, Jojo es un joven inseguro cuyo padre se ha perdido en la batalla, cuya hermana ha muerto, y cuya madre tiene un secreto que sacudirá sus creencias hasta la raíz. Jojo recurre al movimiento de las juventudes de Hitler porque busca desesperadamente un sentimiento de pertenencia y una figura paterna en su vida. El Hitler bobalicón de su imaginación le cuenta una mentira tras otra, que al principio toma al pie de la letra hasta que se ve obligado a enfrentarse a sus creencias.

La madre de Jojo, Rosie -interpretada por la excelente Scarlet Johanssen, que se basó en sus propias experiencias de maternidad y separación para el papel- tiene un secreto que podría resultar mortal. Lejos de compartir las creencias de su hijo, ha escondido a una adolescente judía en el desván de la familia. Cuando Jojo encuentra a Elsa (interpretada por Thomasin McKenzie), se queda horrorizado.

Pero, al darse cuenta de que entregar a Elsa es entregar al único miembro de su familia que le queda, Jojo forma lo que al principio es una incómoda alianza con Elsa. Sin embargo, esta amistad le hace replantearse sus creencias. Elsa lo resume así: "No eres un Nazi, Jojo; eres un niño de 10 años que quiere formar parte de un club". Surge una amistad, y el Hitler imaginario de Jojo no queda muy impresionado.

Desde luego, no es la primera vez que los horrores y complejidades del Holocausto se ven en el cine a través de los ojos de un niño. El niño con el pijama de rayas, por ejemplo, cuenta la historia de Bruno, un niño de ocho años que vive cerca de un campo de concentración. Pero Jojo Rabbit es quizás única por la forma en que ha dividido a la opinión pública.

La película ganó el Premio del Público en el Festival Internacional de Cine de Toronto. Sin embargo, no logró convencer a algunos críticos. Esta combinación de sátira y seriedad no gustará a todo el mundo. Mientras que algunos críticos han elogiado Jojo Rabbit como una sátira brillante y una película que hay que ver, otros dicen que es un riesgo que no ha merecido la pena.

Rosie le dice a Jojo durante la cena una noche: "La Cena es terreno neutral. La mesa es Suiza". No hay duda de que Jojo Rabbit no es Suiza: es una película tan divisiva como no la ha habido en los últimos años. Pero merece la pena adentrarse en la madriguera del conejo para ver de qué lado de la valla se cae. En definitiva, Jojo Rabbit es divertida, conmovedora y un testimonio de esperanza.