Inception Se Mete En Tu Cabeza

Christopher Nolan marcó la pauta en el verano de 2010 con Inception, y en el proceso, puso una vara de medir en el suelo para decir: "¡así es como se hace!". Inception es un logro bastante escandaloso, y Christopher Nolan probablemente tuvo un buen calentamiento con Memento, que ofrece su propio relato truculento y retorcido de la realidad. Inception, literal y figuradamente, está aún a otro nivel.

El "material" de Inception es el material de los sueños. Si hay un paisaje fértil que un director de cine de éxito no ha explotado del todo, es el paisaje de los sueños. Los sueños, como todos sabemos, tienen una cualidad implacable, inconmensurable. No sabemos cuándo empiezan ni cómo avanza el tiempo en ellos. Un sueño es una parte extraordinariamente extraña de la vida humana, pero también una experiencia universal.

Inception gira en torno al concepto de invasión onírica. Su principal protagonista es Cobb (Leonardo DiCaprio). Es un especialista en sueños y un agente infiltrado que puede penetrar en los sueños de los demás para "extraer" sus ideas. Conoce sus métodos y dispone de las herramientas del oficio, incluido su "tótem", un artefacto que puede ayudar a recordar a las personas si están conscientes o soñando. Sin embargo, robar ideas es sólo lo básico. Inception es el acto de plantar una idea.

Plantar una idea es, de hecho, una tarea diferente a robarla. Al fin y al cabo, si alguien te roba una idea de tus sueños, ¿quién se va a enterar? Alguien al otro lado del mundo podría secuestrar el diseño de tu producto, la crítica de tu película o incluso el trabajo de tu curso del instituto; esto sólo influye en tu vida si te enteras. Inception, sin embargo, cambia tu vida y tu forma de comportarte. Te abre un verdadero laberinto, una locura de laberinto que primero evoluciona como una astuta cabriola criminal antes de ponerse realmente patas arriba, y dar vueltas y vueltas de forma vertiginosa.

Inception (2010) - Tráiler Oficial [HD]

La tremenda estética visual única y el dinamismo de la película son posibles gracias a Nolan en este paisaje onírico. Los personajes flotan y se mueven como lo harían en un sueño, los edificios se inclinan, la pantalla da vueltas y gira, todo para ayudar al espectador a acceder a la película como accedería a sus sueños.

Como en otras películas de Nolan, hay un nivel de sensibilidad emocional: el hilo del amor que recorre la película está diseñado a propósito para ser lo único estable. Este amor se forma en torno a Cobb y su esposa Mal (Marion Cotillard) y sus dos hijos, lo que crea otra cautivadora capa de dinamismo.

La Materia de los Sueños

En cierto sentido, toda la película contiene varias metáforas sobre la vida y la identidad que contribuyen a que invite a la reflexión más allá de lo meramente visual. Es muy fácil quedarse absorto en ella, aunque sus ideas sean un poco esotéricas. Pero así es Christopher Nolan, un representante moderno del esoterismo en el cine de Hollywood, que continuará con Interstellar (2014), que vuelve a apostar por una película que estimula los sentidos y las emociones de forma vertiginosa.

Los críticos de Inception también se han hecho eco de las críticas a Interstellar, según las cuales la película es un rompecabezas demasiado complejo para ser algo más que un montón de piezas. Con sus secuencias ultrarrápidas y sus argumentos filosóficos combinados con elementos más sencillos de una película policíaca, Inception fuerza la reacción de asombro de los espectadores y pierde toda sutileza en su gran diseño.

Inception es una película que algunos verán una y otra vez hasta comprenderla por completo y asimilar sus complejidades. No es un ejercicio de ciencia objetiva o de "lo que es real" o "lo que es posible". Es una película que se toma licencias poéticas y creativas para elaborar una de las características más peculiares de la vida: la materia de los sueños.