En busca de la oscuridad, en busca de la luz: Soy leyenda

El magnífico estilo visual de Soy leyenda y la actuación brillante de Will Smith ayudan a animar lo que a veces es una película bastante solitaria y hasta un poco deprimente. La película está basada en una novela del mismo nombre escrita por Richard Mattheson en 1954. Nos muestra un mundo afectado por una infección viral y mortal que convierte a las personas en humanoides carnívoros agresivos y poderosos.

La amenaza en la película es más sensacional que la de los vampiros de la novela original. No se trata de los típicos «zombis». Son mucho más amenazantes y poderosos. Sin embargo, como en la novela original, las criaturas de la película habitan en la oscuridad y son afectadas por la luz del sol como los vampiros, lo que les ha valido el apodo de «Darkseekers».

Soy leyenda se desarrolla en un ambiente lleno de detalles, hiperrealista y cautivador: la isla de Manhattan. Manhattan se convierte en una parte intrínseca de la película. Está diseñada a la perfección para contribuir al suspenso y a la estética oscura de la película. El Dr. Robert Neville (Will Smith) es aparentemente el único habitante de este desierto urbano y se le ve paseando libremente en un Ford Mustang Shelby al principio de la película. Su objetivo, cazar para cenar. Al apuntar hábilmente a un ciervo con su rifle, es embestido por un león que atrapa a su presa antes de tener la oportunidad de apretar el gatillo.

Posteriormente, nos enteramos de que Robert Neville no es un hombre normal, sino un virólogo del ejército de los Estados Unidos que tiene la misión de encontrar una vacuna. Aquí empezamos a percibir la poca importancia de su labor. Es la única persona viva que conoce. No hay nada en la radio, nadie en la calle, solo él y su perro, un pastor alemán llamado Sam. Nos enteramos poco a poco de que el virus exterminó al 90 % de la población y que la mayor parte del 10 % restante son los Darkseekers, quienes acechan en edificios abandonados, en las sombras y en la oscuridad de la noche.

Soy leyenda (2007) - Tráiler Oficial [HD]

Recorriendo Nueva York en solitario

Hay pocas películas protagonizadas por un solo actor capaces de ofrecer un espectáculo atractivo y cautivador. Me viene a la mente el Náufrago (Tom Hanks), como un ejemplo perfecto. Si se hace correctamente, las películas protagonizadas por un solo actor pueden crear una relación llena de matices y conexiones emocionales entre el público y el protagonista.

Hay que decir que Will Smith está a la altura. Es dinámico, real y retrata bien la soledad y la angustia de su misión en solitario. ¿Cuál es su propósito? ¿Su dirección? ¿Qué sentido tiene intentar encontrar una vacuna si no hay nadie a quien curar? Nos hacemos las mismas preguntas que él se hace. Las formas en que se sostiene y mantiene la cordura están bien retratadas, y la osadía que demuestra mantiene el suspenso mientras se enfrenta a los Darkseekers en diversas y emocionantes secuencias de acción.

Otro aspecto importante de Soy leyenda es la relación del Dr. Neville con su perro Sam. Sam, un verdadero compañero y el epítome del mejor amigo del hombre, es, en muchos sentidos, su salvador. Los esfuerzos que Robert hace por Sam son evidentes a lo largo de la película y culminan en uno de sus momentos más estremecedores.

Con el tiempo, Soy leyenda incorpora a otros personajes que escucharon la emisión de radio de Robert y viajaron desde Maryland para encontrarlo. También traen la noticia de que hay un campamento de sobrevivientes cerca de Vermont. Robert lo rechaza, sin embargo, se siente motivado por estos nuevos personajes y la película avanza hasta su secuencia final.

En cierto sentido, el suspenso de la película se disipa en algún punto entre los primeros encuentros serios del Dr. Neville con los Darkseekers y el momento en que conoce a otros humanos. Se siente como si la película debiera dirigirse hacia un final feliz de alguna manera, ya que la historia ha sido bastante sombría.

Dicho esto, se trata de una película que apunta a un final trágico y no lo logra del todo, a pesar de que quizás lo deseamos. La idea de que haya un campo de sobrevivientes provoca dos cosas. Plantea la siguiente pregunta: ¿cómo es que este doctor tan competente no lo supiera? Y, ¿por qué no viajó a un lugar más seguro para llevar a cabo su investigación? También disminuye la inquietud por el aislamiento en la película y nos tranquiliza al instante al pensar: «oh, hay otras personas ahí afuera».

Finalmente, la película termina antes de que se nos dé más información sobre otros sobrevivientes. Se podría suponer que, con el tiempo, la raza humana podría volver a la normalidad y recuperar el mundo de manos de los Darkseekers. Todo termina resultando demasiado prometedor y agradable, pese a que la película podría haber mantenido el misterio hasta los créditos finales.